El lifting de muslos o cruroplastia es una opción quirúrgica para pacientes que presentan laxitud y flaccidez de piel sobre todo después de una excesiva pérdida de peso. La finalidad es lucir muslos esbeltos y armónicos sin las molestias del acumulo excesivo de piel en la cara interna de los muslos. Es importante que aquellos pacientes que desean someterse a un lifting de muslos, hayan estabilizado su peso con el fin de obtener resultados satisfactorios.
Preoperatorio del lifting de muslos:
El paciente deberá acudir a la consulta, donde se decidirá si es candidato para una cruroplastia. En la primera consulta el paciente aclarará todas las dudas con respecto a la intervención que desea realizarse así como las posibles complicaciones que puedan surgir de la misma. Aportará información personal con respecto a enfermedades de base, alergias, intervenciones quirúrgicas previas, ingesta de medicamentos y hábitos tabáquicos. Se le solicitará exámenes preoperatorios que consisten en una analítica sanguínea, evaluación cardiovascular preoperatoria, radiografía de tórax, así como exámenes o evaluaciones adicionales en caso que el medico los considere pertinentes. Se le darán todas las recomendaciones con el fin de acudir en condiciones óptimas el día pautado para la cirugía. Una vez realizada la evaluación preoperatoria, el paciente firmará un consentimiento informado para ser sometido a dicha intervención.
La Cirugía:
Esta intervención quirúrgica tiene duración que oscila entre 2 y 3 horas y se realiza bajo anestesia general. Se realiza una incisión en la cara interna de los muslos que en algunas ocasiones puede extenderse hasta la ingle. Una vez determinado levantado el colgajo dermograso se reseca el exceso y se procede a suturar. Se deja un dren post operatorio el cual se retira a las 72 horas aproximadamente.
Postoperatorio del lifting de muslos:
Los pacientes sometidos a esta intervención egresan el mismo día del centro hospitalario o quirúrgico. El dolor postoperatorio es tolerable en la mayoría de pacientes, pero siempre se administran analgésicos por un término comprendido entre 48 a 72 horas. En esta etapa post operatoria el paciente debe utilizar una faja compresiva por 3 semanas. La recuperación de este tipo de intervención siempre es rápida y satisfactoria.