La cirugía estética ya no está tan lejos de nuestro vocabulario como antes, ni tampoco los servicios que ofrecen. Hoy día quien se marca el objetivo de pasar por el quirófano por razones estéticas llega a alcanzarlo. Aunque habiendo oído muchas veces palabras como mamoplastia o mastopexia no sabemos exactamente qué operación es.
Ambas son cirugía de la mama de la mujer, los pechos son una de las partes del cuerpo que nos definen como tal a la que damos más importancia. Demasiado grandes, demasiado pequeños o caídos: su volumen y su colocación correcta se corrigen con mamoplastia y mastopexia.
No todas las mujeres se someten a estas intervenciones por razones estéticas, existen también razones médicas (como la reducción de mamas por el peso que ejercen en la espalda, por ejemplo) y psicológicas.
La mamoplastia conlleva un cambio de volumen y forma de las mamas. Los dos tipos que existen son mamoplastia de aumento y mamoplastia de reducción.
El aumento de busto se realiza introduciendo prótesis o grasa propia. La cicatriz es pequeña y depende de la vía de acceso para introducir el implante: axilar, periareolar o en el surco submamario. Se requiere un día de ingreso en la clínica y de 1 a 2 semanas de reposo post-operatorio antes de volver al ritmo habitual de vida.
El objetivo de la mamoplastia de reducción por hipertrofia mamaria es eliminar un exceso de tejido mamario (grasa y piel) que da un volumen desproporcionado a las mamas. Las cicatrices son pequeñas y en una zona poco visible: de la aureola en vertical hasta el surco submamario, a veces también una en perpendicular siguiendo la forma del surco.
Generalmente la paciente queda ingresada 1 ó 2 días, vuelve a su rutina diaria en unos 15 días. He visto esas cicatrices en dos amigas (20 años y 48 años) y acaban siendo prácticamente invisibles.
La mastopexia es la operación de cirugía estética del pecho caído. Cuando la piel de las mamas cede por razones de peso o distensión de la piel (edad, embarazo, volumen) se produce una caída excesiva de los senos a la que se llama ptosis.
Es muy común que las mamas pierdan la firmeza y estén caídas. Como os comenté en otro post, esa zona incluído el escote no se aguanta más que con la propia piel. No hay huesos que la sostengan, así que mantener el músculo pectoral tonificado es vital si quieres tener unos pechos erguidos.
En este caso, no se modifica el volumen sino la posición. La piel distendida que va desde la aureola en dirección al cuello ha cedido, sobra. Esa piel sobrante es eliminada, «acortada» por decirlo de algún modo. Se eleva la posición de la aureola y el pezón, la piel de las mamas y el surco submamario ya no tienen contacto (o un contacto mucho menor). Las cicatrices de la mastopexia son más largas que las de las mamoplastias aunque, según afirma el Dr. Gabriel Planas, son muy bien toleradas por las pacientes.
Fuente: belleza.trendencias.com