Cirugia de Quemados

Cirugia de Quemados

Las quemaduras son unos de los accidentes menos frecuentes, pero de los más graves que podemos tener. Es por esto que, últimamente la cirugia de quemados es muy requerida. Los resultados que se consiguen son verdaderamente excelentes.

Las quemaduras pueden ser provocadas por varios factores. La mayoría de los casos se producen por el contacto con alguna sustancia a alta temperatura, pero también las descargas eléctricas y los agentes químicos lastiman los tejidos blandos de la piel ocasionando una quemadura.

Existen distintos tipos de tratamientos para estas cicatrices. Para decidir cuál es el indicado para tu caso primero se debe determinar la gravedad de la quemadura, para lo cual se debe reconocer varios factores, como la zona afectada, la extensión de la misma y los tejidos de la piel que se dañaron. Pero también se debe tener en cuenta el estado de salud en la que se encuentra el paciente y la edad del mismo.

Implantes de piel y regeneración de las células

Si bien la mayoría de las personas creen que las cirugías de quemaduras se trata de un implante de piel, esto no es así, primeramente los médicos cirujanos intentar restablecer el tejido dañado. Una tarea muy compleja y que muchas veces, cuando las quemaduras son graves, resulta imposible. Es en esos casos, cuando se debe acceder a los implantes de piel.

En las cirugías plásticas reparadoras se procura devolverle al paciente todas las funciones que perdió la piel por la quemadura. Es por esta razón que lo primero que se intenta es restablecer el tejido dañado buscando la regeneración natural de las células. En este ultimo tiempo, el estudio de la cirugía estética ha avanzado mucho y ahora los médicos cirujanos intentan cultivar las células de la piel para así regenerarla. Además también, últimamente se han desarrollado vendas fabricadas con materiales estériles para utilizar en la quemadura y evitar la infección.

Tipos de quemaduras

Como dijimos anteriormente, antes de determinar el tipo de tratamiento necesario se debe reconocer el tipo de quemadura.

Quemaduras de primer grado

Estas son quemaduras muy ligeras y que solo han estropeado la capa externa de la piel, por lo que la gravedad es mínima. Afortunadamente no son muy dolorosas, y las cicatrices también son leves. Si se aplican los tratamientos de primeros auxilios y se utiliza alguna crema especial para estas quemaduras, desaparecerán después de una semana sin dejar ningún rastro.

Quemaduras de segundo grado

Cuando pasan a este nivel, las quemaduras ya llegan a dañar una de las capas de la dermis y son más dolorosas. Pero la piel vuelve a regenerarse después de 15 días y la cicatriz llega a borrarse.

Siempre se debe tratar con cuidado de que no se infecten, ya que sino la quemadura pasará a un grado más intenso. En estos casos, aunque la piel vuelve a reconstituir, las cicatrices quedan de forma permanente y ahora si se necesitará de una cirugía para poder eliminarla.

Quemaduras de tercer grado

Son las más graves de todas, necesitan de la atención de un médico de forma inmediata. La piel se ve completamente afectada y no puede regenerarse por si sola. En estos casos siempre es necesario tratarla con un implante de piel.

Muchas personas después de sufrir un accidente de este tipo y quedar con esas cicatrices en la piel, comienzan a avergonzarse, a no querer relacionarse con otras personas porque las marcas los intimidan, creándose graves problemas psicológicos y emocionales.

Afortunadamente, existen cirugías de quemaduras que eliminan completamente todas las secuelas del accidente, las cuales muchas veces hacen recordar el mal momento formando otros tipos de trastornos. En estas cirugías, los cirujanos plásticos intentan devolver al paciente todas las funciones y el aspecto natural de la piel, con unos resultados cada vez más satisfactorios y eficaces.

De igual forma, existen en nuestro día a día demasiados juicios hacia este aspecto estético. El mejor consejo es tratar de llevar nuestras quemaduras de la mejor forma posible, y demostrarle al resto del mundo, que no tenemos complejos y seguimos disfrutando de nuestra vida. La estética, en este aspecto debe quedar en un aspecto secundario pues debe primar siempre nuestra autoestima y confianza, relacionándonos sin tapujos y aceptándonos tal como somos.